Que amamantar solo provee beneficios para la salud de los bebés es el aspecto más conocido de la lactancia materna pero hay otro igualmente importante y es la repercusión del amamantamiento en la salud de la mujer.
El modelo médico paternalista del pasado ha evolucionado al actual modelo en el cuál el profesional de la salud no es directivo; la persona que acude a la consulta en demanda de cuidados de salud es actora y parte fundamental en la gestión de su salud. En la actualidad la persona con edad legal para ello es informada en todo momento de los procedimientos a los que, de ser necesario, puede ser sometida, requiriendo para ello el consentimiento informado para la realización de cualquier tipo de intervención sea o no invasiva y en la que, como persona autónoma y gestora de su salud, interviene activamente.
Lactancia y salud materna, información objetiva
La información en el ámbito sanitario ha de darse de forma objetiva, desprovista de matices personales subjetivos, pero en el caso de la lactancia materna a veces hay prevención de hablar acerca de la misma . En otras áreas de salud como puede ser el cuidado de la diabetes, los riesgos del tabaquismo, del alcoholismo o del uso indiscriminado de antibióticos (por poner algunos ejemplos) la información le es aportada a la persona en un contexto de educación para la salud (la suya propia). No se omite ningún dato ni siquiera los posible riesgos que pueda implicar en la vida de cada usuario. Sin embargo, cuando se habla de dar información sobre la lactancia materna subyace un prejuicio basado en que si la madre decidiera no amamantar podría sentirse culpabilizada por esa decisión. Realmente, una gran número de aquellas madres que han sido informadas acerca de la lactancia materna previamente deciden esa opción y las que deciden no amamantar pueden tomar decisiones también desde el conocimiento. Por el contrario aquella mujer que, queriendo amamantar no recibió la información ni ayuda adecuada para lograrlo, en muchos casos arrastra un sentimientos de frustración y pérdida, a veces hasta culpabilidad, que podrían acompañarla durante mucho tiempo. Cuando realmente no pudo, no por propia decisión, sino por una actuación poco efectiva tanto en el traspaso de información como en la obtención de ayuda y cuidado para la lactancia. La madre, como persona autónoma que es, tiene capacidad para decidir y, por tanto toda información que pueda repercutir en su salud ha de conocerla sin ambages ni sesgos subjetivos y , así elegir con autonomía.
Lactancia Materna, cáncer de mama, osteoporosis, cáncer de ovarios…
Cuando una madre amamanta se mantiene en amenorrea lo que hace que recupere los depósitos de hierro al no tener menstruaciones en varios meses. La osteoporosis es una enfermedad silente ya que no produce dolor, es diagnosticada mediante densitometría en mujeres postmenopáusicas y existe la creencia popular que amamantar puede producirla, pero la realidad comprobada es que durante la lactancia se produce una pérdida fisiológica de entre el 3 al 7% del calcio óseo y que se recupera a partir de los 6 meses post parto. Amamantar más tiempo está relacionado con una menor incidencia de fracturas en mujeres postmenopáusicas
El cáncer de mama tiene una mayor prevalencia en los países desarrollados. Las mujeres amamantan menos tiempo y tienen menos hijos (situación inversa en los países en vías de desarrollo). El amamantamiento tiene una función dosis respuesta: «a más tiempo de lactancia mayor protección». Para más información, consúltese este enlace.
Amamantar protege igualmente del riesgo de padecer cáncer de ovarios. Es algo que se sabía y ha sido argumentado como uno de los beneficios de la lactancia para la salud materna. Este reciente meta-análisis vuelve a corroborar este beneficio. Más AQUí.
Tener la información necesaria
La lactancia materna sólo aporta beneficios a la madre y a su bebé. Si por los motivos que fuesen se propone o la madre solicita la inhibición de la misma (existen situaciones, o enfermedades en la que la lactancia materna estaría contraindicada aunque son muy pocos casos, y en estos la retirada de la lactancia también es posible sin utilizar fármacos) es algo que, como todas las intervenciones en salud, hace necesario aportar una completa información expuesta de forma neutra , objetiva y comprensible sobre las posibles repercusiones de esta elección. La Asociación Española de Pediatría (AEP) considerando la lactancia materna y el amamantamiento como una cuestión de salud y la inhibición de la lactancia como una intervención de la cual la mujer ha de ser informada extensamente , ha elaborado un modelo de consentimiento informado de manera que equipara esta decisión como otras en salud en las que la persona decide con pleno conocimiento , este documento puede consultarse en la siguiente dirección.