Si tu peque va a la escuela infantil, es probable que ya hayas oído este nombre. Este virus puede darse durante todo el año, pero suele tener un pico en otoño. Sigue leyendo, para aprender todo lo que tienes que saber sobre el Boca-mano-pie.
¿Qué “bicho” entra en juego?
Es una enfermedad vírica, y generalmente benigna, producida por la familia de los “enterovirus” (los más comunes son el Coxsakie A16 y el enterovirus 71).
¿Cómo se contagia?
Es una infección muy contagiosa, que se transmite por contacto directo (transmisión respiratoria o fecal-oral) o por contacto indirecto (a través de objetos contaminados).
El momento de más posibilidad de transmisión es al inicio de la infección, incluso antes de que el niño presente los primeros síntomas.
En algunos casos, hay niños asintomáticos, que no presentan síntomas, pero pueden contagiar a otros.
Afecta tanto a niños, como a adultos.
¿Qué signos y síntomas podemos ver?
Podemos encontrar al peque con fiebre y malestar, que puede ser más o menos acusado. Y empezaremos a observar lesiones en la piel, como su propio nombre indica, la localización más común de las lesiones es alrededor de la boca (también podemos encontrar aftas), en las manos y en los pies. También es común encontrar lesiones en la zona perianal y/o los glúteos.
Estas lesiones desaparecerán en 7 o 10 días.
Aparte de la fiebre y el malestar, que puede acompañar el proceso, si el peque tiene aftas en la boca, podemos encontrar dolor y falta de apetito.
¿Hay tratamiento?
Al tratarse de un virus, el tratamiento va a ir encaminado a paliar los síntomas. Podemos administrar antitérmico o analgésicos, según el malestar o el dolor. Además, si las aftas en la boca le impiden comer, podemos utilizar geles o spray, por ejemplo, con ácido hialurónico, que le ayudaran a que las lesiones cicatricen antes.
¿Cuándo debo consultar?
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Si el niño presenta mal estado general, está muy decaído.
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Si está muy irritable.
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Si rechaza el alimento y la bebida por las aftas de la boca.
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Si hay signos de deshidratación (ojeroso, boca pastosa/seca, sensación de sed aumentada, orina poco…)
Afortunadamente, es un proceso benigno y en 7-10 días tu peque estará como nuevo. Aunque no es peligroso, me parece importante comentarte, que una vez pasado el proceso (incluso 5-6 semanas más tarde) se observan surcos amarillentos en las uñas de algunos niños, y pueden llegar a despegarse y caerse. Suele tener lugar en las uñas de las manos, y no requiere ningún tratamiento, pero como te puedes dar un susto, te lo cuento de antemano.
Marta Espartosa
Enfermera pediátrica.