Amamantar a nuestro bebé no debería hacernos sentir dolor en los pezones. Si tienes dolor al dar el pecho es muy probable que no lo estés haciendo de la manera más correcta. Los pechos están preparados para el acto natural de amamantar a las crías, somos mamíferos al fin y al cabo.
Principales causas de las grietas en los pezones
Una de las principales causas de grietas en los pezones es la manera en la que nuestro bebé mama. Si el bebé solo agarra una pequeña parte del pecho puede provocar grietas en el pezón, sin embargo si al mamar coge una porción grande de la areola es mucho más probable que no se produzca dolor de pezones.
Al ser un problema que llega con la postura del bebé, es completamente inútil utilizar cremas, pomadas ni masajes que aseguren la prevención de estas grietas. Cuando salen, salen, y no hay hidratación milagrosa que te libre de los pezones agrietados si tu matrona no te da unas buenas instrucciones de cómo colocar a tu bebé antes de comenzar a amamantar.
Otro de los motivos que pueden causar esas molestas heridas es que nuestro bebé tenga frenillo. El frenillo es que la lengua está “atada” a la parte baja de la boca y, de esta manera, el bebé no puede hacer una succión adecuada. Esto puede desembocar en esas dolorosas grietas.
El exceso de higiene tampoco es bueno. Una ducha diaria es más que suficiente. Si aun así no se está cómoda, se puede frotar un poco de leche antes de comenzar a amamantar.
¿Cómo curar las grietas del pezón?
Mucho se habla de los remedios de la abuela contra las grietas pero la mayoría no son efectivos. Aunque algo de alivio puedan suponer, calmar el dolor de pezón no es curar.
Nursicare consiste en unas almohadillas funcionales que se ponen entre el pecho y la tela del sujetador. Tienen una doble función muy interesante. Por un lado, sirven para curar las molestas y dolorosas grietas, y además sirve para las fugas de leche, que durante la lactancia a demanda son muy comunes y además incómodas en según qué ocasiones.
El apósito atrae fluidos al lecho de la herida, absorbiendo la parte acuosa de los mismos y dejando los nutrientes en ese lecho para acelerar su curación.
Los componentes que forman Nursicare se activan con la humedad que tienen las propias grietas del pezón. Estas sustancias lo que hacen es cicatrizar la herida y que el dolor de pezón se alivie y se cure en un tiempo más corto que con otros apósitos.
Otra de las cosas que se consigue con estos apósitos es evitar la infección de la herida. Las grietas son al final pequeñas heridas que, si se infectan, pueden causar muchos más problemas y situaciones incómodas para la madre. Mientras Nursicare está en contacto con la grieta la mantiene húmeda y a la vez limpia, y reduce la inflamación.
Rutina de Lactancia
Cuando te dispongas a amamantar a tu bebé lo único que tendrás que hacer es:
- Retirar el apósito y dejarlo en una superficie con la parte que está en contacto con tu pecho hacia arriba.
- Una vez termines de dar el pecho a tu peque, coges la almohadilla y la vuelves a colocar; porque Nursicare, a diferencia de otros apósitos, es reutilizable.
Con los apósitos de Nursicare no tendrás que limpiar tus pechos cada vez que das de mamar. Esto es debido a que el apósito no se queda metido dentro de la herida, ni mantiene los pezones en constante humedad excesiva; además, no está pegado a las grietas (no se pega por la glicerina que contiene).
Entendemos que, en una lactancia a demanda, en la que se puede dar más de una docena de veces el pecho, es importante mantener la zona en perfecto nivel de hidratación.
Nuestro principal consejo es que busques una matrona que te dé una buena formación para amamantar. Conseguirás una mejor técnica y evitarás el dolor de pezones. Si aun así no lo consigues, con Nursicare intentaremos ponértelo un poco más fácil curando las grietas de los pezones de manera rápida y eficaz.
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