Seguramente, cuando estabas embarazada, te preparaste, leíste y te formaste sobre lactancia materna. Hay mucha información, grupos, profesionales, libros… Toda esa información es imprescindible, para aumentar la confianza y conseguir una lactancia satisfactoria.
Pero todo lo que tiene un principio, tiene un final. Y cuando nos plantamos a las puertas del final de la lactancia materna, vemos, que la información es más bien escasa. Es un sentimiento común de las madres a las puertas, o en proceso de destete, sentirse solas o incomprendidas, en esta nueva etapa.
¿Quién toma la decisión?
Una vez me dijeron, que la lactancia materna es un contrato entre dos personas, y dura, hasta que uno de los dos decide romper el contrato. He pensado muchas veces en esta frase. Cuando mamá o bebé deciden poner fin, irremediablemente la otra parte va a tener que acatar esta decisión.
Si es el bebé es que va disminuyen hasta dejar las tomas de pecho, la madre deberá realizar un trabajo interno, para superar ese duelo. Si es la madre la que toma la decisión, le tocará realizar su trabajo y acompañar a su bebé en el proceso. Aunque es cierto, que en la mayoría de casos, es la madre la que toma las riendas.
Dado el vínculo que se genera madre-bebé con la lactancia materna, el proceso de destete, conlleva consigo una revolución de sentimientos, a los que poco a poco es imprescindible poner orden.
Antes de empezar…
Vale la pena estar informada y segura, antes de iniciar el proceso, ya que no deja de ser una etapa más de vuestra lactancia. Y piensa, si ha sido una etapa bonita (aunque con mucha dedicación y momentos duros), ¿no merece la pena acabarla también de manera positiva? ¡Apunta!
-
Haz un repaso de vuestra historia de lactancia, los primeros días, los momentos que guardes en tu retina, revisa fotos, e incluso puedes hacer algún montaje de recuerdo.
-
Busca ayuda. Seguro que te ayuda a organizar tus sentimientos y te da herramientas para hacerlo de manera respetuosa y adaptado a vuestra familia.
-
Busca un punto de partida (muy atenta al siguiente punto, para entender esto).
¿Destete significa fin de la lactancia?
Puede que sí, y puede que no. Muchas veces, «fin» es lo que se nos pasa por la cabeza cuando oímos la palabra destete. Pero quiero transmitirte, que el destete es mucho más que eso, y que hay un gran abanico de posibilidades. De manera, que merece la pena, pensarlo y elegir lo nosotras y nuestra familia necesite en cada momento.
- Hay posibilidad de reducir tomas.
- Hay posibilidad de limitar la duración de las tomas.
- Hay posibilidad de realizar un destete diurno.
- Hay posibilidad de realizar un destete nocturno.
- Hay posibilidad de realizar un destete total.
¿Y cómo consigo que sea respetuoso?
Para iniciar este apartado, te diré que tiene que ser respetuoso con tu bebé (que es lo que todas queremos) pero también respetuoso contigo misma y con tus necesidades. Recuerda, que nosotras también tenemos que estar bien, para poder cuidar.
Que sea respetuoso, no significa que tu bebé no vaya a llorar en algún momento, sino que vamos a estar ahí para acompañar sus sentimientos. En bebés pequeños, puede resultar algo más sencillo este proceso, pero una vez son más mayorcitos, habrás visto, que en muchas ocasiones se recomienda esperar alrededor de los 18 meses, para iniciar el proceso, esto nos permite que el bebé tenga más capacidad de comprensión. Anticiparnos, validar sus sentimientos y ofrecer alternativas, pueden ser herramientas muy poderosas.
Recuerda, que no tiene por qué ser un proceso lineal, y que, si una de las dos partes necesita relajar el ritmo o echar marcha atrás, podemos hacerlo. Sin necesidad de sentirlo como un fracaso, a veces un paso hacia atrás nos da impulso para poder saltar.
Marta Espartosa
Enfermera pediátrica.