El momento de empezar la alimentación complementaria, por lo general, a los padres nos hace mucha ilusión, es uno de los momentos especiales en los que vemos cómo avanzan nuestros bebés, pero también te puede generar un mar de dudas… ¡vamos al lio!
¿Cuándo puedo empezar a ofrecerle algo de comida?
Lo ideal es empezar entorno a los 6 meses, que es cuando se considera que su sistema digestivo está preparado para digerir algo más que leche. Además lo mejor es que observes a tu bebé, ¡ellos mismos tienen la respuesta!. Sobre esta edad también observarás que, tú bebé tiene mucho interés por las cosas que coméis el resto de la familia, que es capaz de mantenerse sentado con apoyo y que el reflejo de extrusión ha desaparecido (no saca la lengua cuando introducimos algo en la boca). Si tu bebé en está en este punto, ha llegado el momento de empezar.
¿Trocitos o triturados?
Es una decisión personal, te diré que está comprobado que ambos métodos tienen un riesgo similar de atragantamiento, si los hacemos de la manera adecuada. Y que no todo en esta vida es blanco o negro, que se pueden combinar. Lo importante es que empecéis con lo que os haga sentir seguros.
¿Por qué alimento empiezo?
Puede que ya hayas recibido en alguna revisión de tu bebé una hoja informativa sobre la alimentación complementaria, en la que esté estipulado el orden de introducción de alimentos: primeros los cereales, luego las frutas, luego las verduras, para seguir con la carne… Tienes que saber que esto es algo totalmente cultural, que puedes elegir el alimento que te haga sentir más seguro para iniciar la alimentación complementaria con tu bebé. Si te apetece por los cereales genial, pero si prefieres empezar por alguna fruta o verdura, es completamente válido.
¿Come lo suficiente?
Es normal que te preocupe si tu bebé come o no lo suficiente. Es muy importante que recuerdes, que la alimentación en estos meses es COMPLEMENTARIA, y que su alimento principal sigue siendo la leche. Lo importante en este momento, es que vaya conocimiento otros alimentos, probando, conociendo sabores y texturas, y aprendiendo a masticar y deglutir. Debemos ser conscientes de esto y respetar siempre las señales de hambre y saciedad del bebé.
Expectativa VS realidad
Está muy ligado con la pregunta anterior, pero me parece un imprescindible que hagamos un trabajo interno como padres y sepamos distinguir si realmente el bebé come poco o es que nuestras expectativas en torno a la alimentación complementaria estaban más altas de lo que tocaba. Cada niño es un mundo, no compares a tu hijo con otros bebés.
Dicho todo esto, ya tienes una base para ir pensando cómo empezar, para ir trabajando tus expectativas y poder disfrutar realmente de ese momento tan emocionante que supone un gran mundo de sensaciones y experiencias nuevas para tú bebé.
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