¡Fuera pañal!
Si tu hijo tiene dos años o un poco más, con la llegada del buen tiempo, habrás empezado a recibir algún comentario, tipo… Ahora en verano, ¿le quitarás el pañal, no?
Pues te diré, que realmente es un proceso mucho más complejo, que centrarnos en una edad y en que haga buen tiempo. Y siento deciros, que para que este proceso sea más fácil, tampoco debemos ser nosotros los que decidamos cuando iniciarlo, es el peque es que nos va a dar las señales de que está preparado.
En torno a los 12-18 meses el bebé empieza a ser consciente de que hace pis y caca, y que algo sale de su cuerpo, pero de ahí, al control de esfínteres, todavía queda mucho por hacer. No será hasta alrededor de los 3 años cuando el mayor porcentaje de niños estará preparado para hacerlo, y el control definitivo está fijado aproximadamente en los 6 años. Los principales hitos del proceso son:
- Primero el bebé se da cuenta de que ha hecho pis o caca, una vez que lo ha hecho.
- Más adelante pasará a ser consciente de ellos en el momento en el que esté haciendo pis y caca.
- Después será capaz de identificar que tiene ganas de hacer pis o caca, antes de que salga.
- Por último, será capaza de identificarlo, y aguantar para poder desplazarse al lugar donde hacerlo.
Este último punto es clave, pero no nos servirá de nada este control a nivel físico, si además el niño no muestra interés y seguridad para dar el paso. Los padres, cuidadores o profesoras de la escuela, debemos tener claro que es el niño quien decide cuando está preparado para quitar el pañal. Es un proceso madurativo, y cada niño necesita de su tiempo. Aun así, hay otras señales en el proceso que nos irán mostrando que el peque se está preparando:
- Debe mostrar interés por el proceso, por el orinal o wc…
- Ser capaz de bajarse los pantalones.
- Debe ser capaz de comunicarse, para poder trasmitirnos la necesidad de hacer pis o caca.
Pero entonces, si el niño quien nos muestra las señales de que está preparado, y quien va madurando el proceso, ¿nosotros no tenemos nada que hacer?. Sí que tenemos cosas que hacer, pero lejos de que sea un entrenamiento, debe ser un acompañamiento, en el que nosotros ofrezcamos las herramientas y enseñemos a usarlas, pero ellos decidan cuando están seguros para hacerlo. Te dejo algunos consejos:
- Ofrecerles cuentos atractivos para su edad que hablen del tema.
- Darles la oportunidad de que nos vean a nosotros, o a otros niños en el baño.
- Dejar a su alcance el orinal, reductor del wc, poner una banqueta para que puedan llegar al baño…
- Reforzar los logros, no se trata de hacer una fiesta cada vez que el niño haga pis en el orinal, pero podemos explicar lo que ha pasado: “te has sentado en el orinal y has hecho pis” para que ellos tomen conciencia.
- Intentar no asociar el control de esfínteres a lo mayor que es el niño, o a lo pequeño que es si no lo logra, esto puede crear frustración y hacer que el niño de pasos hacia atrás.
- Saber que no es un proceso lineal, que pueden tener “retrocesos” y que debe ser un problema adaptarnos a ellos.
- Si hay algún “escape” no reñirle, ni castigar, lo normalizaremos, lo limpiamos y ponemos seco y ¡a jugar de nuevo!.
No os agobiéis, al final todos los niños controlan los esfínteres, solo que cada uno necesita su ritmo, como para tantas otras cosas. Recuerda que forzar los procesos no hace que estos se aceleran, más bien lo contrario. Así que te animo a relajarte, y disfrutar de esta etapa, como disfrutamos de otras.
Marta Espartosa
Enfermera Pediátrica
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