Sabemos que la lactancia materna aporta muchos beneficios a nuestro hijo, pero también a nosotras como madres. Hemos hablado en diferentes ocasiones sobre este asunto. Pero la publicación de un nuevo estudio sobre este tema nos lleva a que lo hagamos una vez más. Ahora sabemos que la lactancia reduce el riesgo de hipertensión después de la menopausia.
¿Qué relación existe entre la hipertensión y la menopausia?
La tensión alta o hipertensión se trata de un trastorno por el cual los vasos sanguíneos mantienen una tensión alta, algo que puede producir diferentes daños. Cuanto más alta sea la tensión, mayor tendrá que ser el trabajo que efectúe el corazón a la hora de bombear sangre.
Se trata de un tema muy serio ya que puede ocasionar hasta la muerte. De hecho la OMS, la Organización Mundial de la Salud, muestra que es el origen de 9,4 millones de muertes cada año en todo el mundo. Este problema puede ser asintomático, pero también puede ir acompañado de síntomas como dolor de cabeza, dificultad para respirar, vértigo, dolor torácico, palpitaciones y hemorragias nasales.
Los niveles hormonales se encuentran muy relacionados con la tensión arterial. Mientras las mujeres mantienen la menstruación el riesgo de tener la tensión alta es mucho menor. Pero con la llegada de la menopausia este riesgo se eleva. Se cree que está relacionado este hecho con los cambios hormonales.
Cómo la lactancia reduce el riesgo de hipertensión tras la menopausia
Este nuevo estudio ha sido publicado en el American Journal of Hypertension. Se analizaron los datos de 3.119 mujeres que no fumaban y que ya se encontraban en la menopausia.
Se efectuaron análisis de regresión logística para conseguir examinar la relación que existe entre la lactancia y la hipertensión. Se vio que cuantos más niños se amamantarán y cuanto más durase la lactancia, se reducía el riesgo de sufrir hipertensión después de la menopausia.
Por ejemplo, si se había dado el pecho a entre 5 y 11 niños, el riesgo de tener hipertensión se reducía en un 51%.
Quienes habían dado entre 96 y 324 meses de lactancia, acumulada con los diferentes hijos, se reducía en un 45% el riesgo de padecer hipertensión después de la menopausia.
Los autores del estudio creen que el metabolismo de la mujer se reinicia con la lactancia después del embarazo. De esta forma se reduce el riesgo de padecer enfermedades que están relacionadas con la obesidad. También se apunta a que la oxitocina que se libera mientras se está dando el pecho parece que estaría relacionada con un riesgo reducido de sufrir esta clase de enfermedades.
Es cierto que los meses que nos muestra este estudio que se debe dar el pecho son un poco inalcanzables para la mayoría de las mujeres, por un hecho evidente, casi ninguna mujer tiene tantos hijos como muestran. Pero aún así, debemos tratar de dar el pecho el máximo tiempo posible a nuestros hijos, por los beneficios que reporta para él y por los que nos da a nosotras mismas.