Una de las dudas que tienen muchas madres que deciden apostar por dar el pecho es cómo podrán equilibrar lactancia materna y trabajo. El permiso por maternidad no dura mucho y más tarde o más temprano llegará el momento de volver a tu puesto de trabajo. Para que consigas seguir alimentando a tu bebé toma nota de los consejos que verás en las siguientes líneas.
¿Cómo ayuda el permiso de lactancia a compatibilizar lactancia materna y trabajo?
El permiso de lactancia lo puede disfrutar tanto el padre como la madre trabajadora, aunque suele ser esta última la que suele optar a él. Conlleva ausentarse una hora del puesto de trabajo sin que sea descontada del sueldo. Se puede disfrutar de este derecho hasta que el bebé cumpla 9 meses. Existen tres maneras de acogerse a este permiso:
- Disfrutar de una hora libre cada día de trabajo o partida en dos fracciones de media hora. En ambos casos se puede decidir el momento del día en el que se disfrutará de este tiempo, eso sí, nunca podrá ser ni a primera hora ni tampoco a última hora.
- Reducir la jornada laboral media hora cada día. Cuando se elige esta opción, sí se puede disfrutar de esos minutos al principio o al final de la jornada.
- Lactancia acumulada. Consiste en acumular todas las horas en jornadas completas. Suele ser la opción elegida por la mayoría de las madres y se solicita en la mayoría de los casos después del propio permiso de maternidad.
Es cierto que este permiso es una ayuda, pero ni mucho menos soluciona todas las dificultades a las que se enfrentan las madres que quieren compaginar lactancia materna y trabajo. Una de las mejores fórmulas para conseguir que funcione es apostar por la lactancia materna diferida. Consiste en extraer la leche materna y después dársela al bebé. Lo habitual es utilizar un biberón, pero también se puede emplear un vaso o una cucharada.
¿Qué más puedes hacer para equilibrar?
Hay que tener en cuenta que si no se utiliza leche de fórmula, aunque la madre se extraiga la leche se sigue considerando lactancia materna en exclusiva, ya que este término se refiere al tipo de alimento que ingiere el bebé y no a la forma de hacerlo.
Lo mejor para que esta fórmula funcione es comenzar cuanto antes, así podrás acumular una mayor cantidad de leche antes de volver al trabajo. Como sabes, la leche materna se puede congelar, si lo haces, debes poner la fecha de la extracción y también utilizar envases adecuados.
Una vez que empieces a trabajar, es necesario que sigas extrayendo la leche. Si tu jornada laboral es completa, es posible que necesites utilizar el sacaleches en las instalaciones de tu empresa. Lo cierto es que no es una opción sencilla, pero la empresa debería facilitar la labor. Puedes llevar una nevera para trasportar la leche a casa para que llegue en buenas condiciones.
Algo que debes hacer para intentar mantener la lactancia materna aún empezando a trabajar es estimular al máximo la producción. Si es posible, pon al bebé al pecho antes de irte y hazlo de nuevo una vez que estés de nuevo en casa. Los fines de semana aprovecha para realizar varias tomas y para seguir extrayendo leche.
Compaginar lactancia materna y trabajo no es fácil, pero con los consejos que te hemos dado seguro que lo consigues.
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