Que si tu leche no alimenta… que si tal o cual vecina sí que tenía “leche buena”… hay que ver cuantas cosas oímos, ¿verdad? A veces no es fácil llegar a saber que parte de razón hay en estas afirmaciones. ¡Vamos a verlo!
¿Cómo tiene que ser la alimentación durante la lactancia materna?
Salimos del embarazo, en la que tenemos varias restricciones y muchas recomendaciones, y nos plantamos en la lactancia materna. En este momento, la base en cuanto a nuestra alimentación, sería que siguiese siendo sana y equilibrada.
Es decir, no hay que comer nada especial por estar dando de mamar, una dieta sana y equilibrada debería ser la base en la alimentación de cualquier persona, ya sea adulto o niño. Recordar que los principios básicos de esto son aumentar el consumo de fruta y verduras, de legumbres, y controlar el consumo de pescado y carne, ya que en nuestro medio se tiende a abusar del consumo de proteínas y huir de los procesados.
Sí que es verdad, que en el caso de una mujer que amamanta, su cuerpo está haciendo un trabajo extra, para fabricar esa leche y alimentar al bebé. Y esto implica un aumento del gasto calórico. Se estima que el gasto energético se incrementa en aproximadamente 500 kcal/día.
¿Qué nutrientes varían en función de la alimentación materna?
- La grasa: La cantidad de grasa sí que varía en función de la dieta materna, pero esto no significa que tengamos que aumentar su consumo. Las recomendaciones en la lactancia son las mismas que para la población general. El cuerpo en el embarazo también almacenó grasa para usarla en este momento.
- Vitaminas: las vitaminas hidrosolubles dependen más de la dieta de la madre, pero con una dieta sana y equilibrada, los niveles serán los óptimos. En cuanto a las vitaminas liposolubles (A, D, E, K) sí que dependen más de los niveles maternos, son más difíciles de aumentar sólo con la dieta, y en caso de que hubiese algún déficit, se podrían regular con suplementos.
- Hidratos de carbono: el carbohidrato principal en la leche, es la lactosa. Su concentración varía muy poco con la dieta de la madre, y haría falta una desnutrición verdaderamente grave para que se viese afectada.
- Proteínas: no es preciso aumentar el consumo con la lactancia, y se ve poco comprometida su nivel en la leche materna. La caseína presente en la leche materna, permitirá que el intestino del bebé pueda absorber el calcio y el fosfato. En caso de madres vegetarianas, sí que se recomendará suplementar con vitamina B12 y ácido fólico.
- Agua: Es el principal elemento, suponiendo un 85-95% del volumen total de la leche, pero no tiene evidencia aumentar el consumo, más haya de la sensación de sed de la madre.
- Sal: la recomendación de consumo es igual que para el resto de la población, pero sí que se recomienda que sea yodada (recuerda que las últimas recomendaciones son suplemento de yodo en la lactancia).
Como has visto, una alimentación adecuada, es suficiente para la etapa de lactancia, teniendo en cuenta, eso sí, la necesidad de aumento de calorías y el suplemento que te indique tu ginecólogo o matrona.
Marta Espartosa
Enfermera Pediátrica