El mejor medio para detectar precozmente el cáncer de mama y combatirlo en su primera etapa es la realización de una mamografía. Esta prueba permite detectar tumores con una fiabilidad de hasta el 80 %, mientras que el examen manual solo llega al 50 % de las detecciones. ¿Cómo se realiza y cada cuanto hay que repetirla?
¿Cuándo realizar la primera mamografía?
La primera mamografía debería realizarse a los 40 años, salvo que existan antecedentes familiares u otros factores. A diferencia de la exploración manual, en esta se utilizan rayos X. El pecho se coloca en una superficie sobre la que se emite una radiación. Así, se crea una imagen en la que se ven las anomalías que podrían indicar la formación de cáncer como microcalcificaciones, nódulos o pequeños tumores.
Una prueba como esta suele conllevar una cierta carga emocional mientras se esperan los resultados o si estos no son concluyentes. Pero hay algunos datos que pueden resultar tranquilizadores.
En la gran mayoría de los casos, el resultado es favorable. En los desfavorables, tras un análisis, suele diagnosticarse que las anomalías son producidas por quistes o patologías benignas. Incluso en los casos en los que se detecte cáncer o precáncer, cuando está en uno de los primeros estadios, las posibilidades de superar un cáncer de mama superan el 90 %.
¿Cada cuanto se realiza una mamografía?
Los riesgos de sufrir cáncer de mama se reducen a partir de cierta edad. La primera mamografía se realiza a mujeres con 40 años. Después, se repite cada año, salvo que haya antecedentes familiares, en cuyo comenzará a una edad más temprana y serán más frecuentes.
A partir de los 50 o 55 años, dependiendo de la opinión del ginecólogo y de la comunidad autónoma, las nuevas pruebas pasan a ser bienales. Se considera que el riesgo de sufrir la enfermedad disminuye a partir de esa edad.
Además de la mamografía, hay otros sistemas para detectar el cáncer de mama. Por ejemplo, se pueden utilizar ultrasonidos, resonancias magnéticas, exámenes físicos e incluso biopsias. Por supuesto, estas deben verse como pruebas adicionales y no equivalentes. Algunas serán indicadas por un doctor para descartar riesgos ocultos.
¿Cómo son las revisiones tras sufrir la enfermedad?
Si se ha sufrido cáncer de mama en el pasado, la frecuencia será mayor. Es muy importante controlar que no resurja y, si lo hace, atajar el problema cuanto antes. Lo habitual es que las revisiones se realicen con una periodicidad superior a la de una persona que no lo ha pasado.
Durante los siguientes dos o tres años, según el riesgo que considere que hay el médico, la persona que ha pasado el cáncer de mama se someterá a una revisión cada 3 meses, aproximadamente. Después, pasará a ser semestral y continuará así hasta el quinto año, que la revisión pasará a ser anual.
¿Se puede realizar una mamografía durante la lactancia?
La mamografía no interfiere en la lactancia. La radiación recibida durante la prueba es mínima y no se acumula en la mama ni se excreta al mamar. Por tanto, si ha pasado el tiempo correspondiente y te corresponde realizarla, puedes hacerlo con total tranquilidad.
Lo que sí debes hacer es cuidar tu pecho. Para ello, no olvides utilizar los discos absorbentes de Nursicare. Te ayudarán a mantener la hidratación del pezón en su justa medida y a curar antes las grietas o heridas que pudiesen producirse al dar de mamar.
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