Hay una pregunta que no falla, si sois o vais a ser madres o padres de una niña… ¿le vais a poner pendientes: si o no ?, seguramente os lo han preguntado, o directamente os han regalado algunos preciosos pendientes durante el embarazo o cuando nació, ¿me equivoco?.
Hace unas décadas, la mayoría de los progenitores no se planteaban esto si tenían una niña, era algo cultural, y bastante arraigado, la verdad. Simplemente nacía y se le ponían, la mayoría de veces ya en el propio hospital, las enfermeras o las matronas. Lo realmente raro, era, quien decidía no ponerle pendientes.
En los últimos años, los padres y madres recientes vienen planteándose algunas costumbres, y precisamente el acto de poner los pendientes está siendo cuestionada, ¿por qué hacerlo?, ¿qué beneficios tiene?, ¿y que riesgos tiene?, ¿justifica una tradición, un momento de dolor?, ¿debería elegir ella misma, cuando sea mayor?… estás y muchas otras preguntas resuenan en la cabeza de muchos padres hoy en día.
¿Qué objetivo tiene poner los pendientes?
Pues como seguramente estás pensando, el objetivo es meramente estético. Es una tradición con un fuerte componente sociocultural. Aunque como hemos dicho, hace unas décadas nadie se lo planteaba, y ahora es algo que se cuestiona más en nuestra sociedad, parece que la mayoría seguimos optando por colocar los pendientes a las niñas, cuando nacen o poco después.
¿Hay algún riesgo?
Rotundamente sí, al final, para colocar el pendiente se requiere una técnica invasiva, que deja una herida abierta. Esto aumenta el riesgo de infección, que es mayor cuanto más pequeña sea la bebé. Con unos cuidados básicos (que comentamos más adelante) es muy difícil que se complique, pero es algo que hay que saber.
¿Hay alguna manera mejor que otra para perforar el lóbulo?
Si la bebé es recién nacida o tiene pocas semanas de vida, un profesional preparado, con ciertas habilidades puede ponerlos de forma manual, ya que el lóbulo de la oreja es muy blandito.
Existen también las típicas pistolas con motor, que perforan la oreja de manera efectiva, pero que no los recomendaría en bebés o niñas muy pequeñas, ya que hay que sujetar de manera más fuerte a los pequeños, y hacen ruido, algo que les suele asustar.
En los últimos años hemos visto, que cada vez más centros pediátricos o farmacias, tienen un instrumento para perforar el lóbulo, en el que no se necesita ni tocar el pendiente con la mano (así se mantiene la esterilidad) y son silenciosas, con que son mejor opción para bebés y niños pequeños.
Una vez que tenéis en vuestras manos esta información, os tengo que decir, que, si decidís hacerlo, tengáis en cuenta también, las siguientes recomendaciones generales:
-Escoger unos pendientes que realmente se ajusten al tamaño de la bebé.
-Durante el procedimiento podéis estar presentes.
-Podéis utilizar técnicas sencillas para el alivio del dolor, como dar el pecho, la succión, sujetarlo en brazos…
-Seguir los cuidados y recomendaciones que os den, suelen ser limpiar la zona y aplicar un antiséptico, y rotar ligeramente el pendiente, con cuidado, varias veces al día.
Si finalmente no los ponéis, es una decisión totalmente válida. Seguro que más adelante podéis ayudar a vuestra pequeña a decidir si realmente los quiere o no.
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