Durante años la creencia de que con pezones planos o invertidos no era posible amamantar, ha invadido las consultas y los consejos no pedidos que reciben las recientes madres. Afortunadamente, ahora sabemos que esto no es así, en la gran mayoría de casos. ¿Derribamos mitos?
Con un pezón plano o invertido, el niño no se puede agarrar bien.
¡Falso! El bebé no se engancha solo al pezón, para realizar la toma, de echo cuando esto es así, lo llamamos “mal agarre” y pronto hará que la madre sufra grietas y dolor. El bebé se engancha al pecho, e introduce en su boca, parte de la areola mamaria, para un agarre profundo, por lo que, no es el pezón el protagonista de la toma.
En la gran mayoría de casos, después de unas semanas de lactancia el pezón es capaz de mantenerse fuera, incluso entre toma y toma.
Si es verdad que, en una pequeña parte de los casos, si causa un problema real. Cuando los filamentos musculares que rodean al pezón, son muy cortos o casi inexistentes, lo que provocará que al engancharse el bebé y realizar la succión haya rotura de tejido para intentar que salga el pezón, esto provocará mucho dolor en la madre.
Necesitas hacer ejercicios durante el embarazo para estimular los pezones.
¡Falso! No necesitas hacer nada, existen estudios, en los que se compararon varios grupos de embarazadas con pezones planos o invertidos, a las que se les recomendaron diferentes técnicas en el tercer trimestre de embarazo (como estimulación del pezón o los escudos formadores de pezones) y a las 6 semanas tras el nacimiento del bebé, las tasas de lactancia materna, eran prácticamente iguales en estos grupos, que en el grupo que no había realizado ninguna técnica para preparar el pezón.
Si durante las primeras semanas, tuvieses mucha sensibilidad en los pezones, puedes utilizar los parches de Nursicare, que han comprobado ser efectivos en el alivio del dolor y la regeneración de grietas, si las tuvieses.
Entonces, ¿puedo dar el pecho?
¡Cierto! Como hemos comentado, son extremadamente raros los casos, en los que realmente supone un impedimento. Aun así, como a cualquier madre que se prepara para la lactancia con su bebé, te diría que confíes en tu cuerpo, que te formes en lactancia materna y que desde el embarazo busques a tu grupo o profesional de lactancia de referencia, para tenerlo a mano, si lo necesitas al nacer el bebé.
Derribar mitos entorno a la lactancia, prepararte para ella y contar con un entorno que te ayude, nos puede ayudar mucho a iniciar y mantener una lactancia con éxito.
Marta Espartosa
Enfermera pediátrica.