No cabe duda de que los padres queremos lo mejor para nuestro bebé, y nuestra máxima es que estén sanos., por ello nos encargamos de llevarlos a las revisiones del niño sano y nos informamos para darles los mejores cuidados y prevenir complicaciones. Si has visto que la cabeza de tu bebé está algo más plana, por un lado, o te lo han comentado en alguna revisión de salud del bebé, puede que te hayas asustado y estés dándole vueltas a porque ha podido pasar, que repercusiones puede tener y si podemos hacer algo para mejorarlo ahora. Esto tiene un nombre técnico, que se llama plagiocefalia. Sigue leyendo, porque vas a despejar todas tus dudas.
¿Qué es la plagiocefalia?
La plagiocefalia, también conocida como síndrome de cabeza plana o síndrome de la cabeza aplanada, es una condición que afecta a algunos bebés, causando una deformación en la forma de la cabeza. Puede que este aplanamiento sea en la parte de detrás de la cabeza (parte occipital) o sea más en un lado.
De manera fisiológica, para poder pasar a través del canal del parto, la cabeza del bebé se modifica. Pero esta deformación, suele volver a su posición original en unos días con un buen control postural. En otras ocasiones, no es al nacimiento, si no con las semanas y los meses cuando se evidencia esta deformación, siendo la causa mayormente postural.
Causas más comunes de la plagiocefalia
Existen diversas razones que pueden conducir al desarrollo de plagiocefalia en bebés, como ya hemos hablado, el punto de mira suele ponerse en el control postural del pequeño.
Posición boca arriba (en decúbito supino)
Como te he comentado antes, la posición prolongada del bebé en la espalda, ha sido uno de los factores más comunes. En las últimas décadas, se recomienda que los bebés duerman hacia arriba, como prevención del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL), al contrario que antes, que se les ponía a dormir boca abajo.
Aunque esta recomendación ha sido crucial para reducir el riesgo de SMSL, también ha llevado a un aumento en los casos de plagiocefalia.
Ambiente restrictivo uterino
Hay varios factores dentro del útero materno, que favorecen la plagiocefalia del bebé, como pueden ser cabeza grande del bebé, deformaciones uterinas, embarazos múltiples, exceso o defecto de líquido amniótico…
Tortícolis congénito o adquirido
Otras causas pueden incluir tortícolis, que es una contracción del músculo del cuello que limita el movimiento, parto difícil que ejerce presión sobre la cabeza del bebé o prematuridad que puede afectar el desarrollo del cráneo. En el caso de tortícolis congénito, la deformidad ósea será visible en las primeras semanas tras el nacimiento, es un signo de alarma, que os debe hacer sospechar.
Prematuridad
Cuando el bebé nace antes de tiempo, tenemos que tener en cuenta que sus huesos craneales aún son más débiles que en los niños a término, y por lo tanto resisten menos a las fuerzas externas moldeadoras, como tener la cabeza apoyada en la incubadora, cuando todavía tendrían que estar dentro del útero materno.
¿Puedo prevenirlo?
Rotundamente, sí, de hecho, la prevención es clave para reducir la incidencia de plagiocefalia en bebés. Podéis tomar medidas para evitar esta afección desde que tenéis a vuestro bebé con vosotros. Apunta estos consejos:
El mejor lugar para tu bebé es junto a ti
Que quiero decir con esto, que los brazos de mamá o papá y el porteo son un lugar estupendo para el bebé, además de fomentar vuestro vínculo, y ser el lugar donde se va a sentir más seguro el bebé, su cabecita estará libre de presiones, y mantiene su forma perfecta.
Tummy time
Tiempo boca abajo, esto no es sólo que pongamos al bebé en la alfombrita del suelo a jugar boca abajo y le estimulemos desde ahí, si te recuestas en el sofá con tu bebé sobre tu pecho mirándote, también estás ofreciendo este estímulo y suele ser una posición mucho mejor aceptada por los bebés más pequeños, que tumbados en el suelo.
Alternar hacia que lado apoya la cabeza al dormir
Si acostamos al bebé a dormir boca arriba, cuando esté dormido y relaje sus músculos del cuello, su cabeza se apoyará sobre uno de los lados. Es habitual que tengan tendencia a girarla al mismo lado (puede estar relacionado con como estaban apoyados en el útero materno, o hacia que lado están los padres en la habitación al dormir). Al observar esto, debemos girarla nosotros alternando el lado. Si no te sirve porque el bebé la vuelve a girar, te cuento un truco, pon su cabeza a los pies de la cuna, muchos miran hacia el lado en el que se encuentra la cama de los padres, y así cambiará el lado. Si al cambiarlo de lado ves que está muy incómodo o incluso aparenta dolor, llévalo al pediatra o a un fisio pediátrico para revisar la musculatura.
Vigilar hacia que lado le cogemos y le estimulamos
Es importante vigilar si siempre le cogemos con el mismo brazo, o siempre su hamaquita o su alfombra del suelo están colocados en la misma posición respecto a la entrada de estímulos (a ver al resto de personas de la casa, el lado en el que le ponemos los juguetes…) porque así es muy fácil que no cambie el apoyo de la cabeza. Debemos alternar la forma de cogerlo y de ofrecerle los estímulos, para cuidar su cabeza además de su desarrollo visual.
¿Qué tratamientos existen?
Existen diferentes tratamientos efectivos para recolocar los huesos del cráneo. Además de implementar los consejos del apartado de prevención, si no estabas haciendo, el tratamiento debe ir en primera línea asociada a la causa.
Posicionamiento
Como te he contado, si el problema es este, deberemos iniciar cambios posturales y revisar las posturas que tiene el bebé y como le cogemos.
Tratamiento de fisioterapia
Esto le va a permitir aliviar tensión y poder movilizar mejor el cuello, aliviando así la zona común de presión. Es siempre recomendable, pero es un requisito indispensable si el bebé tiene tortícolis.
Tratamiento ortósico
Esto con este nombre tan raro, son los cascos moldeadores, que seguramente habrás visto alguna vez a algún niño. Hace años se veían más, cayeron un poco de desuso, además de que al aumentar las medidas de prevención han bajado los casos, pero si que se usan en algunos niños en concreto, siempre bajo supervisión del profesional adecuado.
Cirugía
Para los casos más severos, y cuando las otras medidas han fallado, nunca es la primera línea de tratamiento.
Un imprescindible: el seguimiento por parte de los profesionales
Tanto la detección temprana en las revisiones periódicas de los bebés, como ya hemos hablado, y si se da el caso de diagnosticar una plagiocefalia, el seguimiento y control es imprescindible. En muchos casos habrá un enfoque multidisciplinar que precisará el seguimiento por parte de varios profesionales, lo que puede cargar un poco a las familias, pero es imprescindible controlar todo el proceso para un buen resultado. Además, por parte de los profesionales deberá de haber una gran labor de educación y apoyo, para que los padres estén informados y tengan herramientas para la toma de decisiones y la puesta en marcha del tratamiento.
En resumen…
La plagiocefalia en bebés es una condición que puede prevenirse y tratarse con enfoque multidisciplinar y un buen seguimiento cercano del caso. Los padres y cuidadores tienen un papel vital en la prevención al fomentar el juego boca abajo supervisado y la alternancia de la posición de la cabeza durante el sueño. Cuando los bebés son más “demandantes” pasan más horas en brazos o porteados, y tienen menos riesgo de padecer plagiocefalia, pero cuando los bebés son más “tranquilos” debemos tener la alerta puesta, si pasan más periodos de tiempo en sus carritos o hamacas, ya que como hemos visto alternar la posición es uno de los pilares fundamentales.
En casos en los que la plagiocefalia ya está presente, la intervención temprana y el seguimiento médico adecuado son fundamentales para lograr resultados óptimos. Recuerda, que la primera línea de actuación será hacer la consulta en tu pediatra habitual, pero que puede ser un tratamiento multidisciplinar.
Marta Espartosa
Enfermera pediátrica
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