Los primeros auxilios son un conjunto de herramientas que nos permite actuar ante determinadas situaciones y ofrecer unos primeros cuidados, hasta que, si es necesario llegue la ayuda especializada o bien llevemos al peque a algún centro médico para que le valoren.
En los últimos años se ha extendido la costumbre de que los padres realicen algún curso de primero auxilios, esto ha venido dado en parte, por el aumento de la práctica de la alimentación en trocitos o Baby-Led-Weaning. Pero lo cierto es que hay muchos motivos y muchas cosas que aprender sobre primeros auxilios que nos pueden ayudar en determinadas ocasiones.
Hago hincapié, en que nos centremos en menores de un año, porque dependiendo del desarrollo motor del niño, podemos ver que unos “accidentes” u otros son más o menos comunes.
El primer año de vida el desarrollo del bebé es espectacular y pasamos de bebés totalmente dependientes que se quedan donde les dejamos, a empezar el volteo, a gatear, a sentarse a andar… a ser autónomos en su desplazamiento. En estos meses es imprescindible centrarse en posibles caídas (de la cama, del cambiador, o bien porque empiezan a gatear o a andar y quieren correr más de lo que reamente pueden).
Cuando hablamos de golpes en la cabeza, o traumatismos cráneo encefálicos, es imprescindible transmitir a los padres cuales son los signos de alarma por los que preocuparse, o cuando acudir a urgencias:
- Caída en menores de tres meses.
- Pérdida de consciencia tras el golpe.
- Vómitos de repetición, dolor de cabeza o llanto inconsolable.
- Se considera riesgo alto en la caída, altura mayor a 1,5m o 1m en menores de dos años.
- Si se queda dormido y nos cuesta mucho despertarle.
Volviendo a retomar el tema, uno de los objetivos de los padres al hacer un curso de primeros auxilios es saber actuar en caso de atragantamiento. Esto puede ocurrir con comida, o bien con piezas de juguetes o cualquier objeto pequeño que llegue a alcance del bebé, que como ya sabemos todos, tienen un deseo irrefrenable de meterse en la boca todo lo que pillan.
La maniobra de desobstrucción de la vía aérea por cuerpo extraño (OVACE) es diferente cuando el niño es menor de un año, que en niños mayores. Debo recordaros también que un atragantamiento es una obstrucción de la vía aérea, que las arcadas, aunque asustan, sólo son arcadas y es un mecanismo de defensa del cuerpo, en el que no debemos intervenir.
Si vemos que el bebé tose, porque algún objeto o un trozo de comida está empezando a obstruir su vía aérea, debemos esperar, mantener la calma y dejarle que tosa (no es momento de dar palmadas en la espalda, ni poner al bebé boca abajo). La tos es también un mecanismo de defensa del cuerpo para resolver la obstrucción, si no es posible, la vía aérea se tapará más y el niño no podrá toser tan fuerte, este es el momento de iniciar las maniobras.
- Coloca al niño hacia abajo, apoyado en tus piernas y realiza 5 golpes interescapulares.
- Coloca al niño hacia arriba y realiza 5 compresiones torácicas.
- Puedes repetir ambas maniobras tantas veces como sea necesario para resolver la obstrucción.
- Si durante las maniobras quedase inconsciente, es necesario iniciar las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
Estarás pensando, que cuanta información de golpe y a lo mejor, que son complicadas las maniobras. Para coger confianza, interiorizarlas y conseguir sentirte más seguro/a te recomiendo que realices algún curso práctico tanto online como presencial, que seguro que te ayudará a organizar todos estos conceptos.
No se trata de vivir con miedo, de no dejar que nuestros hijos experimenten “por si pasa algo”, se trata de estar preparado y tener la confianza que cada uno necesita, para una vez más, seguir disfrutando de nuestros hijos.
También puedes leer: El primer mes de vida del bebé