Seguridad en el agua ¿Qué tienes que saber?
En los últimos años, ha aumentado notablemente los casos de muerte por ahogamiento en niños, superando actualmente en nuestro país, a los fallecimientos por accidente de tráfico. Por lo que, como puedes imaginar, son cifras nada despreciables. Además, te diré un dato que te va a llamar aún más la atención:
“Casi el 100% de muertes por ahogamientos son evitables”
Con estos datos, no te resultará raro, ver cada vez más campañas orientadas a la prevención de ahogamientos. Este verano, a principios de julio, ya habíamos igualado la cifra de ahogamientos infantiles, al total de 2021 (eran exactamente 23 niños), ¡y con medio verano por delante todavía!
Entre los factores de riesgo de ahogamiento, está la edad de los niños, la edad de más riesgo, según la OMS es la franja de 1 a 4 años, seguida de la franja de 5 a 9. Además, la mayoría de ahogamientos ocurren en piscinas privadas, que tienen menos elementos de seguridad.
Vamos a hacer un repaso a los principales peligros en el medio acuático:
- Piscinas sin vallas. La mayoría de piscinas privadas, tienen acceso libre y no están ni valladas, lo que facilita el acceso del niño pequeño en cualquier momento de despiste de los cuidadores.
- Piscinas sin vigilancia profesional. Aunque somos los padres y tutores los principales responsables, tener un profesional es una seguridad extra.
- En las piscinas, debemos controlar los drenajes, e informar a nuestros hijos de que no deben acercarse a ellos.
- Colchonetas y flotadores en el mar, las corrientes pueden hacer que los niños se adentren rápidamente sin darse cuenta, con todos los peligros que conlleva. Incluso las olas pueden volcar las colchonetas, haciendo que al pequeño le cueste encontrar la salida.
- Aunque los niños sepan nadar, pueden ocurrir diversas situaciones, de golpes, indisposiciones o mareos, que le impidan hacer uso de sus habilidades para salir del agua. Por eso nada exime la vigilancia del adulto.
Es imprescindible ser conscientes de que no debemos perderles de vista, para ello desde la Campaña “Ojo peque al agua”, nos recuerdan la regla del 10/20, vigilar cada 10 segundos y no estar a una distancia en la que tardemos más de 20 segundos en llegar.
Esto, por supuesto, tiene una explicación, y es que un niño mayor se puede ahogar en menos de 30 segundos. En cambio, un bebé se puede ahogar tan solo en 10 cm de agua y en menos de 20 segundos.
Por ello, en el caso de los niños más pequeños y que no sepan nadar, lo más seguro es ser nosotros mismos los que los tengamos en brazos en el agua. Existen en el mercado, números sistemas de flotación, pero ninguno puede suplir la vigilancia de un adulto.
“El elemento más seguro, eres tú”
Vamos a hacer un resumen por los principales sistemas de flotación:
- Sistemas hinchables: Sea cual sea el tipo, los sistemas de flotación hinchables, se consideran menos seguros. Ya que tienen el riesgo de pincharse.
- Los flotadores no son seguros, se puede dar la vuelta y no permitir al niño salir a la superficie.
- Los churros no son hinchables, pero precisan de que el niño no lo suelte en ningún momento.
- Los manguitos no hinchables, pueden ser una ayuda, pero debes recordar que se los pueden quitar con facilidad.
- Los chalecos homologados se han posicionado en los últimos años, como uno de los elementos más seguros en el mercado, aun así, necesitan un mínimo de capacidad de flotación (mover brazos y piernas) para no irse hacia adelante.
Después de conocer los diferentes sistemas de flotación disponibles, te recuerdo que, si el pequeño no sabe nadar, lo más seguro es tenerlo en tus brazos, y si está aprendiendo a nadar puedes utilizar alguno de esos sistemas, estando tú siempre dentro de la piscina a un brazo de distancia del niño, para poder cogerle en cualquier momento.
Sigue estos consejos, ¡y disfruta de un verano seguro!
Marta Espartosa
Enfermera Pediátrica
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