Es habitual escuchar a muchas mamás hablar del cómo sus bebés duermen toda la noche. Otras, sin embargo, se despiertan una o más veces para dar de mamar. ¿Por qué algunos bebés demandan lactancia nocturna y otros no? A continuación te explicamos a qué se debe esta diferencia.
Las razones que están detrás de la lactancia nocturna
Es posible que un bebé duerma varias horas del tirón, mientras que otros se despiertan cada hora y media o dos hora ¿A qué se debe esta demanda de lactancia nocturna? Lo cierto es que no siempre se trata de que tenga hambre, más bien se debe a su capacidad de adaptación al exterior.
La razón de por qué tantos bebés no duermen toda la noche, ni tan siquiera más de una hora y media seguida, tiene que ver con su capacidad de adaptación a vivir fuera del vientre materno. Durante los primeros meses sus cuerpos no están adaptados al día y la noche y no son capaces de distinguir entre las horas de descanso y las que no lo son.
Cuando se despiertan, la única alternativa que le queda a la mamá es la de darle calma mediante el pecho y esperar a que se vuelva a dormir. Algunos bebés no hacen esto una vez, tienen la costumbre de despertarse varias veces por la noche, interrumpiendo el sueño de su mamá y haciendo que esté en estado de alerta constante. Pero, ¿despertarse tanto es bueno para el bebé?
Mientras que el cuerpo del bebé aún no está regulado, el de la mamá sí está preparado para generar un tipo de leche diferente en base a las necesidades del pequeño. La que producen durante la noche contiene niveles más altos de triptófano y un componente que a largo plazo ayudará a que el bebé duerma mejor.
¿Cuáles son los beneficios de esta lactancia?
Con la lactancia nocturna se transmite triptófano al bebé. Este aminoácido se extrae de los alimentos, por lo que el pequeño no lo produce de forma natural. Es la mamá la que se lo hace llegar por medio de la leche. Este elemento es básico para generar serotonina, un elemento natural básico en la producción de la melatonina, también llamada “hormona del sueño”.
Por supuesto, la regulación del sueño del niño no es un proceso automático. Es totalmente normal que algunos bebés tengan problemas para regular el ritmo circadanio, que diferencia la noche y el día biológicamente. Mediante las tomas nocturnas se irá regulando su organismo de manera natural y tendrá mejores hábitos de descanso en el futuro.
Pero hay más beneficios por dar el pecho durante la noche. Los bebés que toman leche artificial pueden dormir hasta cinco horas seguidas antes de demandar más comida, pero ese alimento no es el mejor para ellos. Los nutrientes de la leche materna son inimitables.
Otra ventaja más es que, cuando la demanda es más frecuente, la leche se produce con menos grasa y el bebé no engorda más de la cuenta.
En cuanto a la mamá, las tomas frecuentes evitan infecciones en el pecho y mastitis. Además, se genera más prolactina, que estimula la producción de leche y permite dar una alimentación más completa al pequeño.
Como puedes ver, por agotador que resulte, la lactancia nocturna forma parte del proceso natural de crecimiento del bebé. Además, le reporta grandes beneficios.