Si acabáis de tener un hijo, es muy probable que estéis contentos y emocionados con la llegada de vuestro bebé, pero a la vez seáis un mar de dudas. Para que vosotros podáis disfrutar de vuestro pequeño, desde la tranquilidad y la seguridad, sigue leyendo y te cuento todo lo que necesitas saber sobre primeros auxilios en recién nacidos, con Rvulsiones febriles, atragantamientos, RCP en niños.
El botiquín
Si no lo has hecho antes de la llegada de tu pequeño, te recomiendo que hagas un pequeño botiquín en casa que, seguro que te saca de algún apuro, e incluso alguna de estas cosas te pueden servir para llevar un pequeño botiquín en el carrito.
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Gel hidroalcohólico (para los adultos)
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Suero en monodosis, ¡tiene muchas utilizades!
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Gasas y tiritas
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Clorhexidina, los primeros días la puedes usar para limpiar el cordón, pero después te servirá para desinfectar las heridas cuando sea más mayor. Es el antiséptico de elección en niños.
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Termómetro. El más exacto es el Galio, seguido del digital de axila, que además nos aporta más rapidez.
Como has visto, no he añadido nada de medicación en el botiquín inicial, puesto que un recién nacido no la necesita. Si el menor de 3 meses tiene fiebre, más de 38°C, deberás acudir al pediatra a que lo valoren y no medicarlo previamente en casa. Si que es posible, que tras las vacunas de los dos meses necesites paracetamol por irritabilidad o febrícula.
Traumatismo cráneo encefálicos
O lo que es lo mismo, golpes en la cabeza. Es una de las consultas más frecuentes en bebés en las urgencias de pediatría, porque los accidentes ocurren. Se considera un riesgo alto de caída para un bebé una caída a más de un metro de altura, aun así si tu bebé ha tenido un golpe en la cabeza y ves alguno de los siguientes signos y síntomas, tienes que consultar:
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Siempre en menores de 3 meses.
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Perdida de consciencia tras el golpe, aunque sea poco rato.
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Llanto inconsolable.
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Vómitos repetidos o en escopeta.
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Herida abierta que precisa sutura.
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Si se queda dormido fácilmente y nos cuesta despertarle.
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Movimientos o comportamiento extraños.
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Sangre por nariz u oído.
Convulsiones febriles
Son el motivo principal por el que a los padres os da miedo la fiebre, y consultáis enseguida cuando el bebé tiene fiebre alta. Debes saber, que las convulsiones febriles no se producen tanto por tener una temperatura corporal muy elevada, sino por los cambios bruscos de temperatura, subidas o bajadas rápidas.
Son más comunes en niños de 6 meses a 5 años, y existe un componente genético, son limitadas en tiempo y no duran más de 5 minutos, la mejor parte es que son benignas, no tienen secuelas y no tienen nada que ver con la epilepsia, ¿algo más tranquila/o?
Vamos a ver también como actuar ante una convulsión:
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No debes introducir nada en la boca del bebé.
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No debes zarandearlo, no sujetarlo con fuerza, bastará con protegerlo para que no se haga daño.
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Intenta controlar el tiempo que dura la convulsión.
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Afloja ropa que pueda apretar.
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Si la convulsión lo permite, coloca al bebé de lado, si no, hazlo cuando haya cedido.
Atragantamientos
Desde hace una década aproximadamente, ha ido en aumento la información y la práctica acerca del BLW, y con ello ha crecido el interés de los padres por conocer las técnicas de primeros auxilios, como el atragantamiento y la reanimación cardiopulmonar.
Aunque el riesgo de atragantamiento no es mayor al dar una alimentación a trocitos, que en triturados, y realmente la recomendación de conocer esta técnica sería extensible a todas las familias, independientemente del método de alimentación que practiquen.
Las arcadas, aunque apuran mucho a los padres, son un mecanismo de defensa, y no debemos intervenir ante ellas, al igual que la tos. En estos momentos el cuerpo está ayudando a gestionar el bolo alimenticio u el objeto que se haya metido a la boca el bebé, pero no hay un atragantamiento completo.
Si el bebé deja de toser, no hay sonido, no llora con ruido y su coloración se torna azulada, aquí sí que podemos hablar de atragantamiento y debemos actuar.
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Coloca al bebé sobre tu brazo boca abajo, y da cinco golpes a nivel interescapular.
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Da la vuelta al bebé sobre tu otro brazo y realiza cinco compresiones al nivel de la línea intermamilar.
Puedes repetir esta secuencia tantas veces como haga falta, hasta que se resuelva la situación o llegue algo de ayuda. Practica en tu propia casa, para poder tener la técnica más fresca si fuese necesario ponerla en práctica.
Además de conocer la actuación correcta, es igual de importante saber lo que no tenemos que hacer, si tú bebé se está atragantando no le des pequeños golpes rápidos en la espalda, no introduzcas nada en la boca y no le pongas boca abajo, algunas de estas actuaciones se han popularizado, pero pueden incluso ser contraproducentes.
Reanimación cardiopulmonar, RCP en niños.
La reanimación cardiopulmonar pediátrica, varía en varios aspectos en lo que a la reanimación de un adulto se refiere. Para empezar las causas de reanimación pediátrica y en el adulto, son diferentes, siendo de causa respiratoria en el niño y causa cardiaca en el adulto.
Primero comprobaremos si responde, si está consciente o no, si no lo está pediremos ayuda y continuaremos valorando la vía aérea. Abrimos la vía aérea con posición neutra en menores de dos años (y maniobra frente mentón en niños más mayores). Si respira, pondremos en posición lateral de seguridad, y si no respira, llamaremos al 112 y comenzaremos la reanimación:
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Inicia con 5 ventilaciones de rescate. Siempre mantén la vía aérea abierta mientras realizas las insuflaciones. (Esta es una de las grandes diferencias con la RCP en adultos, en los que no se hacen las 5 insuflaciones de rescate, más que en casos concretos).
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Continúa con 30 compresiones en el tórax, en el centro del pecho, en el esternón, a la altura de la línea intermamilar. Debes comprimir hacia abajo aproximadamente a un tercio de la profundidad del pecho y luego permite que el pecho se eleve completamente antes de la siguiente compresión.
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Si es un bebé pequeño, puedes comprimir con los dos dedos pulgares en el centro del tórax, en niños más mayores, puedes utilizar el talón de tu mano dominante sobre su esternón para realizar las compresiones. Y en niños más mayores, puedes utilizar ambas manos, como la maniobra en adultos.
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Continúa con 2 ventilaciones más, y vuelve a iniciar las compresiones, en ciclos de 30 compresiones, 2 ventilaciones.
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Los ciclos para personal sanitario serán de 15 compresiones y 2 ventilaciones.
Continúa hasta que haya signos de vitalidad o llegue la ayuda profesional. Lo ideal es estar dos personas que sean conocedoras de la técnica, para ocuparse una de la vía aérea y las ventilaciones y otra de las compresiones y poder cambiarse.
Tanto en el caso del atragantamiento, como de la reanimación, una persona no sanitaria con entrenamiento, la puede realizar. Si no te acuerdas claramente de los pasos, los servicios de emergencia, te pueden ayudar, al llamar para pedir ayuda.
Una de las dudas más comunes, es la fuerza que debemos hacer en las compresiones, es necesario comprimir bien el tórax, tienes que pensar que buscamos comprimir el corazón para que lleve la sangre a los órganos vitales. Suele dar miedo realizar algún tipo de lesión, como romper una costilla, además de que esto no es tan fácil, debemos siempre valorar riesgo beneficio, y en estos casos de emergencia vital, prima salvar una vida, si durante las maniobras se rompe una costilla, una vez estabilizado el paciente se solucionará ese problema.
En resumen…
La seguridad y el bienestar del recién nacido son de suma importancia. Estar preparados y tener conocimientos básicos de primeros auxilios puede marcar la diferencia en situaciones de emergencia. Siempre busca atención médica profesional cuando sea necesario y no dudes en contactar al servicio de emergencias en caso de situaciones graves. Recordemos que el objetivo principal es mantener la calma, actuar rápidamente y proporcionar el cuidado adecuado mientras se espera la ayuda médica.
Al conocer y aplicar estos consejos fundamentales respaldados por la evidencia científica, los padres pueden tener una mayor tranquilidad, sabiendo que están preparados para responder a situaciones de emergencia y proteger la salud de su recién nacido. En la sección de “En Familia” de la web de la AEPED, puedes encontrar más información a cerca de situaciones de urgencia en pediatría.
Espero que esta entrada para el blog sea útil y te haya ayudado a aumentar tus conocimientos como padre/madre. ¡Si tienes alguna otra pregunta o necesitas más ayuda, no dudes en decírmelo!
Marta Espartosa
Enfermera pediátrica
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