Hubo un momento que dijimos no puedo más. También es posible que tuviésemos que alejarnos de nuestro bebé por algún motivo, o quizás pensamos que había llegado el momento de pasar de etapa. Sea como sea, dejamos de dar el pecho a nuestro hijo y ahora nos arrepentimos. ¿Es demasiado tarde para volver atrás? Puede que no, en este artículo vamos a conocer qué quiere decir relactar y si es posible recuperar la lactancia materna.
Qué es relactar
Definir el este término es muy sencillo, relactar consiste en volver a restablecer la producción de leche materna, una vez que esta se ha interrumpido por cualquier motivo. En ocasiones se utiliza esta palabra para referirse al paso de la lactancia mixta, biberón y pecho, a la lactancia materna exclusiva.
No debemos confundir relactar con la inducción a la lactancia, que consiste en cuando una mujer no ha estado embarazada, al menos no del bebé que pretende alimentar, y quiere ser capaz de producir leche. Suele darse en madres que adoptan un bebé o para aquellas que optan por la maternidad subrogada. Debemos decir que no es una práctica muy extendida, pero si se cuenta con el deseo, la información y nos esforzamos, se puede lograr el éxito.
En el caso que estamos comentando se busca más crear lazos emocionales, más que alimentar al bebé, puesto que es difícil que con este sistema se produzca la leche necesaria para amamantar al niño de manera exclusiva, lo habitual es que se complemente con leche artificial.
Sin embargo, con la relactación sí es posible alcanzar una lactancia materna exclusiva. Veamos cómo.
¿Se consigue siempre relactar?
¿Se consigue siempre relactar? La teoría dice que sí, siempre y cuando nos esforcemos por lograrlo. Lo habitual es que la primera leche la tengamos en algún momento entre el segundo y el sexto día. Para la OMS el tiempo que se tarda en tener una adecuada producción puede ser unos días o llegar a alguna semana. Pero no se puede calcular una fecha exacta.
Según los datos que se manejan, la mitad de las madres que se proponen relactar cuando pasa un mes son capaces de dar de comer únicamente su leche, es decir han conseguido instaurar de nuevo la lactancia materna exclusiva.
Hay tres factores que influyen en el conseguir relactar, son estos:
- El tiempo del bebé, cuanto más pequeño sea el niño más sencillo será.
- El tiempo que haya pasado desde que se terminó la lactancia, como es lógico cuanto menos tiempo haya pasado mejor.
- La cantidad de leche artificial que toma.
Cómo lograr relactar
Veamos ahora unos cuantos puntos que nos resultarán claves a la hora de relactar de manera exitosa:
- Eliminar cualquier objeto que interrumpa la lactancia. El primer paso es retirar biberones y tetinas. Como los primeros días habrá que dar al niño leche artificial, lo adecuado es utilizar otros medios, como una cuchara, una jeringuilla o un suplementador. Este último se trata de un recipiente del que salen dos tubos con un tamaño mínimo, cada uno de ellos se coloca en un pezón. En el recipiente introduciremos la leche de fórmula. Así el bebé mamará y saldrá la leche artificial. Ayudará a incrementar la producción y a que el niño no pase hambre.
- Retirar la leche de fórmula. Cuando comprobemos que nuestro pecho empieza a producir leche, es necesario retirar poco a poco la leche de fórmula. En esos días sería bueno pesar al bebé para comprobar en todo momento que el niño va cogiendo peso, y sobre todo que no lo pierde. También debemos estar pendientes de que moje 5 o 6 pañales al día.
- Piel con piel. En esos días el piel con piel es vital. Debemos poner a nuestro hijo cerca de nosotras la mayor cantidad de horas posible, tanto de día como de noche.
- Los primero días hay que procurar que el bebé haga unas diez o doce tomas diarias, lo que quiere decir que le ofrezcamos el pecho cada dos horas. Suele ser más sencillo dar de mamar al niño cuando tiene sueño. Permitamos que mame cada vez que lo pida y durante el tiempo que desee. Aprovechemos las tomas nocturnas, que es cuando mayor producción tenemos.
- Esos días nuestro tiempo debe estar dedicado casi por completo a nuestro bebé. Por eso es importante que consigamos toda la ayuda posible. Tiremos de abuelos, tíos, amigos… y por supuesto de nuestra pareja. Eso sí, la ayuda debe ser con el resto de tareas porque el niño debe estar con nosotras.
- En ocasiones no es suficiente con el estimulo que nos da el bebé, por eso puede ser interesante contar con un sacaleches. Eso sí, no pensemos que este aparato puede sustituir la succión del bebé, que es la que mejor estimula la producción.
- Si queremos que la relactación sea un éxito es imprescindible que estemos convencidas del camino que hemos emprendido. No va a ser fácil, por eso se necesita estar mentalizadas y tener el ferviente deseo de conseguir restablecer la lactancia materna.
- Ayuda profesional. Repetimos una idea que ya hemos comentado previamente, relactar no es fácil. Por eso es importante contar con ayuda profesional. Una asesora de lactancia nos puede guiar en este camino, puede resolver las posibles dudas que nos puedan surgir o simplemente escucharnos con el único fin de desahogarnos.
- Ayuda farmacológica. Existen ciertos fármacos que nos pueden ayudar a producir leche, reciben el nombre de galactogogos o lactogogos. Se trata de preparados hormonales que consiguen simular un embarazo, por lo que logren que se segregue la hormona prolactina, que es clave en este proceso. Por supuesto, esta medicación debe ser pautada solo por un médico.
Es posible que nunca antes hubiéramos escuchado hablar de la posibilidad de relactar. Ahora no solo sabemos qué significa, sino además cómo conseguirlo con éxito.
Pongamos en práctica todo lo que hemos visto en este artículo, y seguro que muy pronto logramos recuperar la lactancia materna.